Contradicción, en eso se ha convertido Bolivia para quienes defienden el ambiente. El discurso de protector de la Madre Tierra con el que Evo Morales llegó al poder y con el que se pasea por el mundo, no coincide con la violencia de la que denuncian ser víctimas los defensores de territorios de pueblos originarios y de recursos naturales. Indígenas que resisten el impacto de proyectos hidroeléctricos y viales se sienten perseguidos por un Gobierno liderado por un indígena.